En el ejemplo del funcionamiento estándar de la figura 3.36, el evaporador no presenta pérdida de carga y la presión medida a la salida es prácticamente la misma que a la entrada: 1 bar.
Este caso corresponde a ciertos evaporadores de baja potencia. A menudo, los evaporadores funcionan con una pérdida de carga.
Es pues importante estudiar el comportamiento de la válvula de expansión termostática con esos evaporadores.
La figura muestra la válvula de expansión ya estudiada alimentando un evaporador que presenta una pérdida de carga de 5 oC
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Observemos los efectos de la pérdida de carga sobre la temperatura de evaporación. Esta última disminuye a lo largo del evaporador, a medida que se pierde la presión. Pasa de -1 O oC en la entrada del evaporador a -15 oC por la evaporación de las últimas gotitas de líquido.
El ajuste de esta válvula de expansión no ha cambiado, su resorte está siempre ajustado para mantener un sobrecalentamiento de 6 oC, como recomiendan los fabricantes de estos aparatos.
Al nivel de la válvula de expansión, la presión que actúa para el cierre es la suma de Pe+ Pr, o sea 1,52 bar. Eso significa que el bulbo debe desarrollar una presión superior a 1,52 bares para abrir, por tanto estar sometido a una temperatura mínima de -4 ° C .
Pero como lo muestra la figura 3.37, para obtener una temperatura de -4 oC en el bulbo, cuando el fin de evaporación es de -15 oC, es indispensable utilizar una parte importante del evaporador para el sobrecalentamiento. Es un problema, pues el evaporador está mal alimentado y, en este caso, no da toda su potencia.
El evaporador trabajará a plena potencia sólo si su sobrecalentamiento es devuelto a un valor normal.
Esto puede hacerse aportando una modificación a la válvula de expansión termostática.
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